imagen del nuevo gobierno | |||
El grupo de gobierno anterior se
gastó 44 millones de euros fuera de presupuesto
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Según
la auditoría económica, la deuda total del Ayuntamiento es, a 31 de agosto, de
191 millones de euros
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El
ex concejal de Festejos presentó facturas por valor de 200.000 euros por pagos
sin consignación, la mayoría de ellas sin el visto bueno de los funcionarios
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Entre
las cantidades pendientes está el diseño de un logo para Desarrollo Local por
16.700 euros, 300.000 euros a abogados externos y la renovación del convenio
con la Cámara
de Comercio que costaba 5.000 euros anuales por 60.000
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La
alcaldesa, Carmen Hernández, asevera que el actual Gobierno no permitirá que la
ciudadanía pague la mala gestión del mandato anterior
El
nuevo Gobierno local ofreció este jueves en el transcurso de una rueda de
prensa un avance de la auditoría económica que se está realizando, de la que se
desprende que la deuda actual del Consistorio, sin contar los intereses, es, a
31 de agosto, de 191 millones de euros: 114 millones de euros de deuda a la
banca, al menos 33 millones por expropiaciones con sentencia firme y esa
cantidad conocida este jueves de 44 millones extrapresupuestarios.
La
concejala de Economía y Hacienda, Celeste López, fue tajante al afirmar que la
situación económica del Consistorio “da vértigo y provoca indignación”, máxime
cuando se es consciente de que la cifra de 191 millones es provisional “porque
cada día llegan sorpresas en forma de sentencias firmes y facturas”.
Sin
embargo, el departamento de Hacienda tiene contabilizadas más de 3.000 facturas
sin regularizar y fuera de presupuesto que suponen un gasto extra de otros 44
millones de euros, “fruto del caos en la gestión por la mala dirección
política”, apostilla Celeste López.
En la
relación de facturas, que ocupa 93 páginas, hay una petición de modificación de
presupuesto de más de 120.000 euros del anterior concejal de Festejos, un
documento que se presentó el 12 de junio de 2015, tres semanas después de las
elecciones. Esta cantidad ha ido aumentando hasta alcanzar los 200.000 euros
con la llegada de nuevas facturas de esta área que sólo cuentan con la firma
del concejal y no están visadas por el personal técnico del Ayuntamiento.
También el pasado 12 de junio, la concejala de Desarrollo Local presentó otro
documento reservando 16.700 euros para pagar el diseño y publicación de un
logotipo, cuando hay personal cualificado en la Concejalía de Cultura
para realizar esta tarea. Esta misma edila presento una solicitud para dar
cobertura a un convenio con la
Cámara de Comercio de las anualidades 2011, 2012, 2013, 2014
y 2015, que antes costaba al Ayuntamiento 5.000 euros anuales, por 60.000
euros.
Entre
estas facturas está también el consumo de agua de las dependencias municipales
desde julio de 2012, la limpieza del teatro municipal Juan Ramón Jiménez de
todo 2014 o la contratación de abogados externos –con los que no se negociaron
las minutas- por un montante de 330.000 euros, aparte de los 600.000
presupuestados, gastados íntegramente durante el primer semestre. “Esto no es
un olvido o un gasto imprevisto, es desidia”, apuntó la edila de Hacienda.
Por
otro lado, Celeste López destacó que no es cierta la afirmación que hizo la Corporación anterior
cuando señaló que el Ayuntamiento había reducido los plazos de pago a los
proveedores dejándolo a seis meses. La auditoría refleja que a FCC se le debía
desde octubre de 2014, a
Elecnor y a la UTE
de Parques y Jardines, desde marzo de 2014, igual que a la empresa que se
encarga de la limpieza de las dependencias, las instalaciones deportivas,
centro de mayores y los colegios, y otros casos similares. Tampoco se cumplió
con el servicio de transporte del centro de Alzheimer, a quien se le debía
desde abril de 2014, o con las empresas que prestan el servicio de ayuda a
domicilio y la alimentaria.
La
alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, aseveró que el Gobierno actual trabajará
sin descanso para “rescatar al Ayuntamiento de una posible situación de
bancarrota” y dejó claro que “con este Gobierno no va a pagar la ciudadanía la
desorganización y la mala gestión de otros; lo que nos han dejado es un
territorio desolado; el Ayuntamiento está como una casa por la que pasó un
huracán”.
Lo que
no entiende el Gobierno de Telde es cómo sus antecesores llevaron este ritmo de
gastos mientras la ciudadanía se veía obligada a someterse a duros planes de
austeridad que implicaron el cierre de las escuelas infantiles, los recortes de
los contratos de Limpieza y Recogida de Residuos o Parques y Jardines, el
desmantelamiento de la Escuela Municipal
de Música, Danza y Teatro de Telde y la subida de impuestos –como fue la
sangrante subida del IBI, entre otros.
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