Ben Magec Ecologistas en Acción presentó ayer 27 de agosto alegaciones a la Planta de Regasificación de Gas Natural Licuado en Tenerife, que la Administración ha sacado a información pública durante periodo vacacional con un plazo de únicamente treinta días, dificultando de esta forma a la ciudadanía el acceso al documento y su posibilidad de contestarlo.
En las alegaciones se exponen argumentos de tipo técnico, jurídico, medioambiental y social para oponerse a la construcción de esta infraestructura. Entre ellos se encuentra el cuestionamiento al reconocimiento de la utilidad pública que se pretende para dicho proyecto, pues más allá de beneficiar a una empresa privada no se justifica la defensa del interés general del mismo, cuando existen actualmente tecnologías más limpias, eficientes y baratas que no se tienen en cuenta como alternativa, como son las vinculadas a las fuentes de energías renovables, que permitirían ir reduciendo nuestra dependencia energética del exterior y que se adaptan mejor a las condiciones climáticas y orográficas de las islas.
Se aducen además otras razones de tipo legal, como son el incumplimiento de la distancia mínima exigida entre esta actividad calificada como altamente peligrosa y los núcleos de población cercanos. El Estudio de Impacto Ambiental adolece asimismo, como se deja claro en las alegaciones, de un informe de seguridad serio y exhaustivo acorde a la peligrosidad de dicha industria. Se cuestiona por otra parte la propia operatividad de la infraestructura refiriéndose a los fuertes vientos de la zona de ubicación, que tornarían en impracticable la descarga del gas por parte de los buques transportadores.
La oposición a la introducción en Canarias del Gas Natural Licuado a través de la construcción de regasificadoras forma parte coherente de la defensa del movimiento ecologista de una mayor penetración de las energías renovables, que no requiere del establecimiento de más infraestructuras vinculadas a la introducción de las fósiles sino de un empuje decisivo a las energías limpias, eliminando las actuales trabas administrativas y permitiendo la planificación de un modelo energético descentralizado, participado por la ciudadanía y que nos permita contribuir responsablemente a la lucha contra el cambio climático.
Agradecemos el trabajo realizado por los compañeros de la Px1NMEC y de la Plataforma contra el Puerto y animamos a otros colectivos sociales y a la ciudadanía en general a que presenten alegaciones contra esta infraestructura innecesaria, que supone un obstáculo más a la implantación de un nuevo modelo energético respetuoso con el medioambiente, pero también más justo y democrático, que no favorezca los intereses del actual monopolio energético de las islas sino que satisfaga las verdaderas necesidades de la población del archipiélago.
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