Recientemente leíamos la noticia de la terminación de las obras llevadas a cabo por la constructora del régimen nacionalista Maxodiver S.L., en el antiguo restaurante abandonado situado en la isla de Lobos.
La edificación abarca una superficie de unos 300m², distribuidos en varios volúmenes de los que 170m² corresponden a la nueva zona de descanso, dotada a su vez de instalaciónfotovoltaica. Pero, de baños públicos nada de nada. Con la cantidad de plantas depuradoras de aguas fecales existentes en el mercado y lo mucho que agradecerían el agua depurada las plantas autóctonas.
La isla, actualmente propiedad de la cadena hotelera RIU y que en breve pasará a manos del Estado español merced a una compensación que permitirá a la empresa prolongar la explotación de dos de los hoteles más emblemáticos del norte de la isla de Fuerteventura, si bien la propuesta inicial incluía la demolición de uno de ellos.
Según se pone de manifiesto en el PRUG de Lobos, la isla fue uno de los espacios naturales de Canarias pioneros en ser protegido a raíz de la declaración en 1982 del Parque Natural de las Dunas de Corralejo e Isla de Lobos (Real Decreto 3058/82, de 15 de octubre, sobre declaración del Parque Natural de las Dunas de Corralejo e isla de Lobos, B.O.E. nº 278 de 19 de noviembre de 1982). Con posterioridad, la Ley Territorial 12/1987, de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias lo recoge con la misma categoría y límites. Finalmente, la Ley 12/94, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canariasreclasificó el islote de Lobos como Parque Natural segregándolo del Parque Natural de las Dunas de Corralejo. El nuevo texto legislativo prevé para este tipo de espacios la figura del Plan Rector de Uso y Gestión como documento básico de ordenación.
En el mismo documento se recoge que se hace necesario un «control de la visita turística» [1] pues por sus características constituye un elemento de presión que está provocando una pérdida de la calidad natural del área. Se ha calculado que anualmente visitan la isla unas 26.000 personas. Pues bien, a pesar de los años transcurridos desde la aprobación del citado documento y de las recomendaciones allí puestas de manifiesto, el número de visitantes al islote sigue aumentando anualmente debido a sus encantos naturales, contando con un centro de interpretación, junto con el adecentamiento de caminos llevados a cabo.
Sin embargo, sigue sin existir algo tan fundamental como son unos baños para que puedan ser usados por los visitantes, resulta paradójico que no se hayan dado cuenta que los seres humanos necesitan realizar necesidades fisiológicas y, si no existen instalaciones destinadas a tal fin, las tendrán que realizar igual que lo hacían los primeros pobladores del islote y continúan haciéndolo en la actualidad... detrás de los matos.
http://fuerteventuralimpia.blogspot.com.es/2015/02/errores-del-pasado-en-la-isla-de-lobos-visitantes.html
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