La asociación holandesa Lumiere solicitó este viernes a la Fiscalía General del Estado que abra en España una investigación de oficiosobre los 105 millones de euros que han sido destinados al Frente Polisario en productos de alimentación e instrumentos de desarrollo y que han acabado en el mercado negro de África para lucro de la dirección del Polisario. En concreto, se centran en el periodo 1994-2004.
La ONG Lumiere considera que la Fiscalía General del Estado en España debe abrir de oficio una investigación porque buena parte de esa ayuda procede de Alicante vía marítima y del esfuerzo de ciudadanos españoles «por cooperar con un objetivo que ha sido malversado». Lumiere detalla que parte de esa cooperación española procede también de dinero enviado por cajas de ahorros españolas sometidas al control público.
En el informe se cita a ONG españolas como Solidaridad Internacional, Movimiento por el Desarme la Paz y la Libertad, Cáritas Española o Cruz Roja Española. El informe, del que ABC dispone de copia íntegra, detalla la ruta de la cooperación que, con el visto bueno de Bruselas, se distribuye en los campamentos del Polisario y que, a juicio de la investigación de la OLAF, acaba en otros países.
El informe, según Georgieva, no estaba clasificado, sino que su acceso estaba sujeto a autorización. En 2010 se rechazó un pedido de acceso y en 2014 se garantizó su consulta luego de una intervención del Defensor del Pueblo Europeo. Hace escasos días ya ha sido enviado a los peticionarios. Una parte de la ayuda humanitaria que la Unión Europea (UE) destina a los campos de refugiados saharauis de Tinduf, suroeste de Argelia, fue durante años desfalcada de manera organizada, según la OLAF.
La comisaria Georgieva ha admitido en el Parlamento Europeo que la Comisión no consideró preciso interrumpir su ayuda, por lo que la ECHO continuó destinando por año 10 millones de euros a los refugiados de Tinduf.
A juicio de Lumiere, el desvío de la ayuda comienza en el puerto de Orán, norte de Argelia, procedente de un puerto español, el de Alicante. Otra parte se sustrae en el trayecto entre Orán y el campamento de Rabuni, al sur de Tinduf. «Existen depósitos clandestinos junto a los oficiales que son utilizados para almacenar parte de la mercadería destinada a la reventa», según el informe, que consta de 36 páginas e incluye mapas con la ruta del dinero. Los investigadores hallaron productos cuyo embalaje llevaba el sello de la ECHO en los mercados de Nuakchott, en Mauritania, a 1.500 km. de distancia, o de Bechar, en Argelia, a 800 km. de distancia.
La población
Una de las principales razones que permitieron el desvío, según la OLAF, es la sobreestimación de la cantidad de refugiados que la Comisión Europea asiste desde 1975. La OLAF explica que las autoridades argelinas indicaron a las instituciones internacionales que la población del campamento de Tinduf (dividido en cinco subcampamentos) estaba compuesta de 155.000 personas. Desde su creación en 1975 «las cifras fluctúan». De 165.000 personas en 1975 el gobierno argelino pasó a adelantar 155.000 en 2000 y 158.000 en 2004. El gobierno marroquí estimaba entonces que eran 50.000 mientras que el Frente Polisario avanzaba la cifra de 200.000 personas, según el informe.
La OLAF destaca que «las cifras siempre fueron proporcionadas a las agencias de la ONU por el gobierno argelino; ni Argelia ni el Frente Polisario aceptaron que las instancias internacionales procedieran a un censo de la población de los campamentos, a pesar de los pedidos formales de la Agencia de la ONU para los Refugiados en 1977, 2003 y 2005».
Durante el periodo 1994-2004 la ECHO entregó 105 millones de euros en ayuda humanitaria sobre la base de esas cifras. Georgieva dijo el pasado jueves que la cifra de 10 millones de euros de ayuda en 2013 «se mantiene estable en comparación con los años anteriores».
Lumiere recuerda que en 2004 la OLAF encargó un estudio al Centro Común de Investigación de Ispra (Italia), dependiente de la Comisión Europea, que estableció «científicamente», a través de imágenes satelitales comparadas a fotografías más antiguas, que la población del campamento rondaba los 91.000 habitantes.
La investigación de la OLAF también permitió detectar la utilización de prisioneros como mano de obra en el desvío, para la construcción de instalaciones financiadas con la ayuda internacional, mano de obra facturada a los donantes, el reemplazo y venta de alimentos provenientes de Canadá por otros de menor calidad, entre otras irregularidades. La OLAF señala que el «impacto financiero del desfalco (...) no pudo determinarse». La Comisión Europea destinó en 2013 un total de 546 millones en ayuda para los refugiados y desplazados.
http://www.abc.es/local-canarias/20150207/abci-ayuda-polisario-201502071633.html
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