El cambio es posible y
necesario
Dudar del cambio es dudar de las propias capacidades. Aplicado a
Telde, cuestionar que otra forma de gobernar esta ciudad es posible, es
infravalorar las enormes posibilidades que, bien gestionado, tiene este
municipio. Que en los últimos años se hayan dejado perder oportunidades de
crecimiento y desarrollo, no quiere decir que en lo sucesivo no pueda
invertirse la tendencia a la brecha social con una mayoría de vecinos y vecinas
cada vez más pobres y una minoría atraída por otros factores que vive
desahogadamente y sin tanta penuria. Esas bolsas de pobreza pueden revertirse,
también la falta de sinergias en el ámbito empresarial y los problemas de
escala o especialización de nuestras Pymes pueden solucionarse y transformar el
sector económico de Telde en el motor de su crecimiento.
Son graves los daños pero no irreparables. De ahí la necesidad de que
otro enfoque, más moderno, con mejor gestión, más actual y sobre todo, más
dinámico irrumpa en el panorama político y acabe con la mala praxis del pasado,
salvando evidentemente, los aciertos y buenos proyectos ejecutados hasta la
fecha.
Desde el PSOE de Telde, hemos liderado un cambio interno que ha dado
ya sus frutos, con un nuevo equipo de personas formadas, con visión de futuro y
vocación de servicio público dispuestas a convertir esta ciudad en ejemplo de
otras muchas. ¿Cómo? Empezando por lo más sencillo, reduciendo el gasto
municipal innecesario y potenciando el ahorro en áreas y materias que no
resultan imprescindibles para el funcionamiento de la Administración
local.
El parque móvil será objeto de estudio exhaustivo. Los miembros del
Gobierno acudirán a su puesto de trabajo en sus coches particulares, como hace
la inmensa mayoría de la ciudadanía que afortunadamente tiene empleo. Los
vehículos serán inspeccionados y derivados a áreas y tareas específicas para
los que sí resulten imprescindibles. Aquellos que se consideren “sobrantes” se
subastarán, generando al Consistorio un ingreso adicional.
Propondremos una Administración responsable y sostenible en el consumo
de energía, se buscarán medios de producción alternativa como placas solares en
puntos de alumbrado público o en cubiertas y superficies de edificios públicos.
Estas medidas reducirán la salida de capital de las arcas municipales
y, en algunos casos, una pequeña entrada de efectivo que podrá destinarse a
áreas necesitadas de ingresos como servicios sociales.
Pero cambiar no siempre significa reducir o recortar. No estamos por
la labor de aplicar la tijera a todo lo que encontremos, si no sólo a aquello
que es superfluo y no va acorde con los tiempos de escasez de recursos que
estamos viviendo. Un claro ejemplo de esto es lo que aplicaremos al personal
municipal. Todos los funcionarios municipales son necesarios, pero su
reclutamiento hasta ahora ha estado mal orientado y las estructuras en las que
se integran diseñadas para los grupos políticos y no en aras de una
Administración local ágil y moderna. Sé que entre ellos cunde el desánimo y la
desmotivación al sentirse a merced del político de turno. Eso también debe
cambiar.
Analizaremos la
plantilla municipal y elaboraremos una relación de puestos de trabajo detallada
y completa, para adecuar la persona al puesto necesario. Se acabaron los cargos
dispuestos a dedo y los asesores que al final del año se llevan en nóminas más
de lo que todo el área de servicios sociales. Se evaluarán las carencias en
técnicos que evidencian las áreas de mayor impacto en una Administración local
como la de Telde. Proponemos la creación
de un grupo técnico de asesoramiento integral, remodelando, si fuese necesario,
determinados departamentos para dotarnos de los mecanismos necesarios para
solventar los retos urbanísticos, de planeamiento, gestión de pagos, control
financiero, tributos, etc.
Cambiar es posible y en Telde además es necesario, porque las
oportunidades de este municipio están asfixiadas por una nefasta gestión de nuestros
recursos y capacidades, por una política viciada en darse alas a sí misma para
seguir en el poder, y por una deuda que ha pasado a ser crónica y que lastra
nuestras ansias de crecimiento y desarrollo. 87 días faltan para las elecciones
de mayo. La ciudadanía de Telde tendrá muchas propuestas que escuchar y muchas
iniciativas que valorar, pero sólo tiene que decidir una cosa: su futuro. El
valor de la palabra, es uno, y no admite mentiras.
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