domingo, 28 de diciembre de 2014

La prohibición del fracking en Nueva York podría tener un efecto dominó


Según los expertos, la decisión del estado de Nueva York de prohibir el fracking por motivos de salud podría contagiarse más allá de sus fronteras, impulsando los esfuerzos de los grupos ecologistas de limitar este controvertido método para la extracción de gas y petróleo.


Más de veinte municipios estadounidenses y al menos dos países, Bulgaria y Francia, han prohibido la práctica; sin embargo, los estados norteamericanos han sido más lentos a la hora de actuar. Los activistas opositores afirman que la medida podría intensificar la presión contra los planes de fracturación de California, Illinois, Maryland y Carolina del Norte.

El fracking o fracturación hidráulica, que consiste en inyectar agua y sustancias químicas a alta presión para fracturar la roca que contiene hidrocarburos, ha impulsado el auge energético en Estados Unidos, a pesar de que algunos estudios han descubierto que puede tener como consecuencia la contaminación del subsuelo y el aire en zonas cercanas, lo que aumenta el riesgo de cáncer, erupciones en la piel y problemas respiratorios.


Ahora, la decisión de Nueva York ha inundado de optimismo a los conservacionistas, que no han tardado en pedir al gobernador saliente de Maryland, el demócrata Martin O'Malley, que siga el ejemplo y reconsidere la decisión de permitir el fracking si se cumplen todas las garantías. O'Malley estableció una serie de regulaciones, pero su sucesor republicano, el gobernador electo Larry Hogan, que ve el novedoso método como una mina de oro para el estado, podría tratar de anularlas.


Los beneficios económicos de la fracturación hidráulica la convierten en un objetivo difícil para los grupos ecologistas norteamericanos, incluso para los estados que tradicionalmente se posicionan a favor del medio ambiente.

Por ejemplo, en California el gobernador demócrata Jerry Brown aprobó el año pasado una ley que permite el fracking si se dan ciertas condiciones. A pesar de que los condados de San Benito y Mendocino, en el norte de California, aprobaron medidas antifracturación el mes pasado, el de Santa Bárbara, donde ya se practica el método, no consiguió aprobarse la prohibición tras la campaña de oposición llevada a cabo por una coalición de empresas energéticas. Y en mayo, los intereses petroleros también ayudaron a echar por tierra un proyecto de ley del senado de California que pretendía establecer una moratoria sobre el fracking.

http://www.nationalgeographic.es/

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