No parking, no business
Se dice muy a menudo en el mundillo empresarial
norteamericano, “No parking no business” (Sin aparcamiento no hay negocio), una
frase, ésta que se me antoja muy oportuna para analizar y enderezar en algo la
situación económica de Telde, concretamente en el terreno comercial.
Nuestro municipio tiene a mi parecer, un
potencial comercial magnífico, tanto en su vertiente de ocio como en la
infravalorada y poco explotada cultural e histórica. Teniendo en cuenta nuestra
situación financiera y de desempleo, cabe prestar algo de atención a un asunto
que a priori puede parecer poco importante, pero que es un aspecto en ocasiones
decisivo para la reactivación comercial de un área, máxime teniendo en cuenta
que toda alternativa o solución a este panorama es digna de valorarse
seriamente.
El origen del decaimiento de la zona y el cierre
de negocios puede estar muy relacionado con esto, y pensemos en la cantidad de
riqueza que se generaría y el empleo que podría crearse alrededor de una zona
comercial abierta en potencia como es la nuestra, empleo directo e indirecto,
ya que si se activa el ciclo económico, poco a poco irán reforzándose eslabones
de la cadena: bares, terrazas, boutiques, etc, que harían que aumentara la
facturación también de sus proveedores.
Si caminamos un rato hacia abajo y nos vamos a
San Juan, área de una riqueza patrimonial, cultural e histórica que no hace
falta que les aclare yo, ya lo hace el lema de nuestro escudo; “Fortunatarum
Prima Civitas et Sedis” (Primera Ciudad y Sede de las Afortunadas). Sede se
refiere en este caso al obispado, el primer obispado de Canarias fue el de
Telde, primer enclave de los conquistadores castellanos en las islas. Con esto
dicho, cabe suponer la envergadura de nuestro legado cultural. Legado cultural
que puede ser una fuente de ingresos si se maneja con profesionalidad en la
materia y creyendo en el proyecto.
Como no, este aspecto económico-cultural-histórico,
no escapa al asunto del aparcamiento, ya que en San Juan, el tema es si cabe,
más sangrante, dada la cantidad de terreno disponible que hay cerrado, dando
como alternativa un garaje público con propietario privado.
Esta idea de favorecer el aparcamiento para
potenciar la actividad comercial, no es un pensamiento mío o una feliz idea que
se me acabe de ocurrir, es un dato avalado por publicaciones y escuelas de
negocios, hasta el punto que las grandes cadenas de franquicias exigen a sus
franquiciados habilitar zonas de aparcamiento o que la zona disponga de ellas.
Un estudio de economías localizadas, publicado por el Boston Herald y la Harvard Business
School, determinaba que de los pequeños negocios creados en las zona de
exteriores de Massachussets, los que disponían de facilidad para estacionar,
salían adelante un 72%, de los que no, sólo un 12%, puesto que sólo tenían como
fuente de clientela a los habitantes de la zona.
Una encuesta del Handelsblatt alemán sobre
consumo de las familias, dio como resultado que la principal característica que
exigía la gente para acercarse a comprar o consumir a otra zona lejos de un
radio de dos kilómetros de su domicilio, era precisamente la disponibilidad de
plazas de aparcamiento.
Estaremos de acuerdo en que Telde no es
Massachussets o Hannover, pero el ejemplo es perfectamente exprapolable.
Es inevitable dar una perspectiva política a
este texto, y como corolario diré que cuando se gobierna pensando en intereses
privados, se perjudica el interés colectivo.
Hugo Roig Montesdeoca,
empresario, escritor y militante del PSC-PSOE Telde, Delegado en el Comité
Insular de Gran Canaria. Coordinador Adjunto y Profesor titular del Programa de
Alta Dirección de la
Harvard Business School, Harvard Managementor.
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