martes, 10 de junio de 2014

Hacienda fía parte de la reducción del déficit a la aportación de las drogas y la prostitución


El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha fijado un ambicioso objetivo para este año: cerrar las cuentas públicas con un déficit por debajo del marcado por Bruselas. Pese a que este Gobierno se ha desviado de forma recurrente de los objetivos de déficit comprometidos, Montoro ha asegurado que cerrará 2014 con un agujero del 5,5%, frente a la cifra marcada por Bruselas del 5,8%. Teniendo en cuenta que el Ejecutivo no solo no contempla más recortes sino que incluso plantea reducir impuestos (aunque el efecto de estas medidas será en 2015), la pregunta obligada es ¿cómo piensa el Ejecutivo cumplir su promesa?
La primera ayuda para reducir al déficit público le viene a Montoro del lugar más insospechado. De las boyantes actividades ilícitas que tienen lugar en España como la prostitución y el tráfico de drogas. Tal y como ya había contado eldiario.es en enero, este año se introducirá un cambio en la forma de calcular el PIB que incorporará la economía ilegal. La obligación de tener en cuenta esta economía procede de Eurostat, que también ha fijado cambios en la contabilización de partidas como el I+D+i o la producción de armamento militar.
Estos cambios en la forma de medir la economía añadirán al menos 20.000 millones de euros a la economía española, según expertos bien informados consultados por eldiario.es. El cambio se hará de forma retroactiva en toda la serie, por lo que el impacto no será en el crecimiento (o decrecimiento) sino en el tamaño de la base. En definitiva, la economía española será 20.000 millones de euros más grande.
El ensanchamiento del PIB favorece los objetivos que tiene que cumplir el Ejecutivo. Cuanto más grande sea la economía, menor proporción ocupan el déficit público y la deuda pública. Así las cosas, y tomando como referencia los datos oficiales que Eurostat ha publicado para 2013, el déficit español habría pasado de ser un 7,1% a un 6,9% solo por la incorporación de estos cambios metodológicos. Dos décimas limadas al objetivo de Bruselas por arte de birlibirloque sin que Hacienda haya movido un dedo.
El mismo efecto tiene lugar con la cantidad de deuda pública sobre PIB, que cerró el año pasado en un 93,6% del PIB y que con el chute de la economía ilegal y de los otros cambios metodológicos se hubiera quedado en poco más del 92%.

Deuda más barata

Aunque todo cuenta, y mucho, cuando estamos hablando de décimas, Montoro necesita como es lógico alguna otra ayuda para cumplir su ambicioso objetivo. La propia marcha de la economía será otro de los elementos que rebaje el tamaño del déficit. En sus cálculos iniciales el Ejecutivo esperaba que la economía creciera un 0,7% y el consenso actual fija la subida entre un 1 y un 1,2%. Esta mejora de la economía, al menos estadísticamente, coadyuvará a que crezca de nuevo la base más de lo previsto y achique el tamaño del déficit. 
El jefe del servicio de estudios de Funcas, Ángel Laborda, añade además otros dos elementos que cree que ayudarán a arañar décimas al objetivo final sin tomar ninguna medida. Por un lado, la evolución del mercado de deuda, mucho mejor de lo previsto también en los presupuestos originales. En los cálculos con los que el Ejecutivo planificó el año, esperaban un bono a diez años con un tipo medio del 4,3% ayer mismo cotizaba por debajo del 2,6%.
El abaratamiento el coste de la deuda influye especialmente en la deuda emitida a corto plazo, esto es, las letras del Tesoro. En 2014 vencen casi 60.000 millones de euros de Letras del Tesoro emitidas a tipos mucho más elevados y que se abaratarán considerablemente a los tipos actuales. El propio Tesoro ya ha anunciado que este año tendrá unas necesidades de financiación 10.000 de euros por debajo que el año anterior.
Laborda calcula que estos tipos favorables ahorrarán al Ejecutivo en pago de deuda al menos 2.000 millones de euros (de los 36.000 millones que se habían presupuestado incialmente). Este veterano economista también cree que la buena evolución del paro registrado ahorrará al Gobierno 1.000 millones de euros en pago de prestaciones, esto es, en gasto público, respecto a lo previsto inicialmente.
Aunque la creación de empleo y la mejora de la economía se pueden interpretar como fruto de la acción de gobierno, el resto de los ahorros procede de la situación internacional (sobre todo de la actuación de Mario Draghi al frente del BCE) y de los cambios estadísticos.
También hay que confiar en los conejos en la chistera de la contabilidad que se guarda el ministro de Hacienda y que todos los años logran sorprender a los economistas por la corrección final del gasto público, pese a que se habían previsto fuertes desviaciones.
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