La propuesta para cambiar el nombre de dos de los muelles del Puerto de Las Palmas ha vuelto a poner de relieve la significativa dificultad que el gobernante Partido Popular manifiesta para desvincularse, siquiera en la apariencia, de la larga tradición golpista que atesora la derecha en el Estado español.
En el pasado año 2013 el PP -con el apoyo "abstencionista" de Unión Progreso y Democracia se negaba una vez más a realizar una condena explícita del franquismo, rechazando la proposición de ley que pretendía instaurar el 18 de julio como una fecha dedicada a dicha condena y a reivindicar la memoria de las víctimas de aquel régimen criminal.
En esta ocasión, el Partido Popular de Gran Canaria, por medio del presidente del Cabildo José Miguel Bravo de Laguna, ha paralizado la propuesta para que uno de los muelles del puerto capitalino deje de llevar el nombre de Miguel Primo de Rivera. El reaccionario militar que, mediante otro golpe de Estado, impuso en España su dictadura entre los años 1923 y 1930, contando para ello con el apoyo del abuelo del actual monarca, Alfonso XIII, el Ejército, la Iglesia Católica y las clases dominantes del país.
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