viernes, 18 de abril de 2014

CARTA DE UNA PALMERA PIDIENDO AYUDA A LA CIUDADANÍA TELDENSE

                 

Hola amigos: permíteme que me presente,; mi nombre de pila es Phoenix canariensis, pero desde pequeña me conocen por, palmera canaria.
Nací en 1987 en la Granja del Cabildo Insular de Gran Canaria y la verdad es que somos tantos de familia, que ya no recuerdo que numero hago.

Cuando tenía un añito de edad, un biólogo que trabajaba en esa granja, me trajo a Telde y me trasplantó , aquí en la calle Cantonera, justo en el parterre que está en frente del l Edificio Cantonera en la zona conocida por Los Picachos, y al lado de un conjunto de Cantoneras para el riego, que aunque hoy la mitad estén abandonadas y en desuso, entonces estaban todas operativas y era una maravilla el espectáculo que ofrecían a la vista.
Gracias a los primeros cuidados en cuanto al riego y abono temporal que me propició un vecino del lugar, cosa que con algunas lagunas temporales ha seguido haciéndolo, crecí y crecí, y ahora luzco así de bonita ,para colaborar con el entorno, que comparto con dos hermanas más y un aguacatero centenario, que a pesar de que nadie se ocupa de él desde que murió "el ranchero" que lo plantó, hace muchos años, no deja año, tras años de seguir pariendo sus valiosos fruto, aunque a decir verdad, y yo creo que lo hace en venganza por el abandono, estos aguacates, no terminan de madurar y se caen de viejo.
Pero volvamos a mí y al por qué quiero enviarles está desesperada carta solicitando auxilio a ustedes , ciudadanos de Telde, ya porque los encargados del Ayuntamiento, me han dado la espalda en mi cuidado y el vecino que regularmente me riega, no puede por falta de medio subir hasta mi copa para limpiar mis picudas hojas secas.
No es que a mí me importe demasiado el tenerlas, aunque me afeen; lo que de verdad me tiene en un sin vivir , es que a veces cuando hay viento, no puedo evitar que estas hojas secas se desprendan desde tal altura y al caer puedan dañar a alguien con sus púas secas, que cortan y se clavan como cuchillos., como ocurrió el pasado año , que no maté a una persona mayor que descansaba tan plácidamente en el banco que tengo debajo de mi, por unos centímetros.
Peor suerte tuvo un coche, que aparcado también debajo de mi, tuvo que soportar el golpe de otra de mis ramas, y ésta sí que le produjo un abobamiento en el techo; y mira por donde me entré después que, paradojas de la vida, el coche era propiedad del vecino que me cuidaba.
Por todo lo expuesto te ruego vecino , ciudadano de Telde, Tu que siempre has demostrado que eres de lo mejor de la Isla, que intercedas por mi y pidas al responsable del Ayuntamiento en la conservación de parques y plantas, que me envíe a alguien a que me limpie de mis hojas secas, en evitación de que más temprano que tarde OCURRA UNA DESGRACIA.
Por cierto hasta a nuestro papa Francisco le gusta mis hojas
En el convencimiento de que me ayudaras, te doy las gracias anticipadas y a cambio te prometo seguir ofreciéndote por muchos años mi particular belleza canaria que por cierto, hasta a nuestro Papa Francisco le gusta mis hojas.

¡QUÉ COSAS!

Fdo: Phoenix canariensis de Telde
 









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