El periódico “El País” se ha puesto al frente de esta partida y ha calificado de “patraña” el contenido de “Operación Palace”. El sesgado titular –”Évole bate récords con su patraña del 23-F y logra 5,2 millones de espectadores”– parece arrancado de la misma pluma de Juan Luis Cebrián, que no fue invitado a participar en el exitoso experimento, y que destaca como “la patraña contó con la complicidad de políticos y periodistas”. “El País” insiste hasta la saciedad en subrayar que el autogolpe sugerido por Évole “en realidad, nunca se produjo”, y aunque todo fue explicado al final por su autor, el periódico recalca que fue “un engaño”, con “testimonios fabulados”, “falsos documentos”, “una recreación irreal, una patraña orquestada por La Sexta” y un error porque “tampoco han faltado críticas al tratar en tono satírico un episodio tan dramático de la reciente historia de España”. Incluso lo compara negativamente con el “montaje delirante” que realizó el canal Arte al parodiar igualmente la llegada del hombre a la Luna.
El ex director del diario Abc, Jose Antonio Zarzalejos, también se ha sumado a esta cruzada y tildó el programa de Évole como “broma pesadísima”, “una representación cuidada del embuste”, “un recurso pedestre y tantas veces perverso”, “una mentira que, sin embargo, se presentó como verosímil”, un “éxito burdo” y una “bufonada” que representa una “metáfora de una España descoyuntada”. Zarzalejos apeló también a la sacralidad de ese evento histórico al que calificó de “traumático” y lo único que reconoció es que ahora la gente va a pensar que “cuando el río suena, agua lleva”.
El ex portavoz del Gobierno y de José María Aznar, Miguel Ángel Rodrígueztambién ha considerado “una irresponsabilidad” el programa porque “hay asuntos que debemos tratar con mucho cuidado y entre ellos está el golpe de Estado”. “Hubiera preferido que tocaran otro tema” dijo Rodríguez, que aunque “Operación Palace” le pareció mal, sin embargo sugirió realizar otro programa sobre “por qué se juntan los nacionalistas catalanes para montar una conspiración”. Rodríguez apuntó directamente a la cabeza de Évole al señalar que “a los humoristas se les permite todo” incluso llegar a la “irresponsabilidad absoluta” y lo único que admitió por primera vez fue que “los que dijeron que lo de Atocha (11-M) fue ETA también fueron unos irresponsables”.
Otros periodistas del régimen pero de otros grupos editoriales como Víctor de la Serna (El Mundo) han seguido el mismo guión y han calificado la “Operación Palace” de “falsedades vistosas”, “cúmulo de despropósitos y deshonestidades”, “bochorno”, “pantomima” y “una mofa y una befa de los reportajes televisivos”.
El periodista Jesús Rivasés (revista Tiempo, Grupo Zeta) defendió también la reserva y el hermetismo sobre el 23-F y lamentó que “estando el país en estos momentos como está, cuando existe una cierta “contestación” sobre la figura del rey, decir que el rey… me pareció arriesgado”. Rivasescomenta, con indignación, que “todavía te encuentras gente que dice que no se sabe todo del 23-F” y considera, sacando a colación el refranero español, que “los experimentos, con gaseosa”.
fuente : http://www.espiaenelcongreso.com/
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