El documento reproducido s0bre estas líneas es una falsificación de lo que debería haber sido un recibo oficial de un recorrido en taxi. Es el caso más flagrante de abuso que ayer pudimos comprobar desde ABCfingiendo ser dos turistas alemanes recién llegados a Madrid. El recorrido, que partió de la T-1 con destino a la plaza de España, comenzó mal.
El taxista, con décadas de experiencia, bajó la bandera con la tarifa 1, cuando debería haber iniciado su recorrido con la 4. Es decir, con la nueva tarifa fija de 30 euros, al tratarse de un viaje desde el aeródromo al interior de la M-30. La muestra de la picaresca y falta de profesionalidad del taxista no había hecho más que empezar.
Durante todo el trayecto mantuvo alto el volumen de la radio. Ni siquiera lo bajó cuando realizamos varias llamadas, hablando en todo momento en alemán. El recorrido fue bastante largo. Demasiado. Un trayecto que apenas debería haber superado los 16 kilómetros —un cuarto de hora, aproximadamente— se extendió 10 kilómetros más —una media hora—.
En el momento de pagar, el taxista fue más allá y, sin ningún tipo de pudor, añadió dos suplementos que no tenían lugar: 3 euros —como si hubiéramos cogido el taxi en una estación de tren— y el antiguo suplemento de 5,50 para viajes con destino al aeropuerto. Total: 37,80 euros reflejados en un recibo falsificado, sin la licencia troquelada ni el número de operación. Además, se negó a entregar el tique oficial de la impresora.
fuente : http://www.abc.es
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