miércoles, 29 de enero de 2014

Breve antología de los «charcos» en que se mete Paulino Rivero

Las declaraciones sobre las personas abandonadas por sus familiares en los hospitales, que luego puntualizaría, no son la primera polémica generada por el presidente canario



«Cuatrocientas personas están en condiciones de irse a su casa y sus familiares no los recogen». Esta fue la frase con que el presidente del Gobierno de Canarias desató este lunes un sinfín de críticas de organizaciones, plataformas ciudadanas, sindicatos, partidos políticos... Quizá sin quererlo, el nacionalista Paulino Rivero se había puesto en la picota a sí mismo y también a los responsables de la Sanidad pública de las islas, aunque luego rectificaría. No fue esta, sin embargo, la primera vez que las palabras del también presidente de Coalición Canaria (CC) dan lugar a la indignación de quienes no comparten sus tesis.

«El trabajo, para los canarios»

Los canarios son un pueblo, cuando menos lo fueron de forma masiva hasta hace solo un puñado de décadas, eminentemente emigrante, y Cuba y Venezuela fueron países testigos de esta realidad. No resulta extraño, pues, que las constantes referencias del presidente regional a la necesidad de controlar la población, directa o indirectamente, levanten ampollas entre muchos colectivos sociales. «El trabajo, para los canarios» es el mantra que Rivero lleva repitiendo desde su ascenso a la presidencia.
Lejos de asumir la máxima económica de que los flujos migratorios se autorregulan, el de CC ha lamentado en muchas ocasiones, con declaraciones rayanas en el «lepenismo», los presuntos problemas que la inmigración provoca en el archipiélago, en el que su partido lleva gobernando más de dos décadas bajo el monocultivo del turismo y la construcción. Limitar la inmigración es ahora su fórmula, fórmula que el PSOE criticaba de forma furibunda... hasta que desbancó al PP como socio de gobierno de los nacionalistas.

Violencia machista de foráneos

Durante un acto organizado por el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife allá en 2011, Rivero relacionó la lacra de la violencia machista con el desarrollo económico de determinadas comunidades y el incremento, de nuevo, de la inmigración. El presidente canario reconoció que el fondo del problema es de educación, pero incluso preguntó a los asistentes, retóricamente, cuál es la procedencia, el origen de la mayor parte de las víctimas de la violencia machista. Él mismo reconocería, lo que no obstó para que hiciese estas declaraciones, que es una cuestión que no se ha estudiado.

Las «lentejas» del «petróleo

Más cercano en el tiempo e inesperado (Coalición Canaria decía años atrás que lo verdaderamente contaminante era «el turismo», en una sesión parlamentaria donde no se opuso a las prospecciones) es surechazo a la búsqueda de petróleo cerca de las costas de Lanzarote y Fuerteventura (a unos 60 kilómetros). Su oposición ha dado lugar a una miríada de declaraciones polémicas en las que se combinan dosis de victimismo, un supuesto desprecio del «Estado» por la realidad de la región y el hecho de arrogarse la opinión de los ciudadanos. «No nos vendemos los canarios por un plato de lentejas»; «El presidente de Repsol ofende la inteligencia de los canarios»; y acusaciones a este último, Antonio Brufau, de querer «esquilmar» la región son solo dos ejemplos. Ejemplos, eso sí, más comedidos que el que espetó su correligionario Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura, que llamó a Brufau «auténtico godo».

Sensible como «los pajaritos»

En octubre de 2012, y como parte de su nutrida agenda de inauguraciones y actos, abría el XIX Concurso Internacional de Canarios de Postura, el presidente autonómico isleño confesó su convicción de que las más sensibles y solidarias son aquellas personasque están «enamoradas» y que «cuidan a los pajaritos». Ante la sorpresa de quienes le acompañaban, el sauzalero redondeó la idea: «No hay nadie más sensible, más solidario, que pueda entender los problemas de los demás, que aquellas personas que, por ejemplo, están enamoradas y cuidan a los pajaritos. Sí, porque esa es una sensibilidad especial y las sensibilidades que empiezan por ahí se trasladan y se proyectan en el conjunto de actuaciones de la sociedad», afirmó en una intervención memorable.

La reunión de los «500 años»

A Rivero le gusta encabezar mesas largas, de grandes concertaciones con patronales y sindicatos. En octubre de 2008 se celebró uno de esos cónclaves, con una de las consignas dilectas de los regionalistas: «exigir a Madrid» cambios en los presupuestos, en ese momento preparados por el PSOE. Entusiasmado, calificó pomposamente la reunión como «el hecho más importante desde el punto de vista de la unidad y de la representación socioeconómica de la tierra que ha tenido lugar en el archipiélago en sus más de 500 años de historia».

«Nos miden por el tamaño»

Al margen de su reciente intento de hacer creer a Mariano Rajoy y aSu Majestad el Rey la existencia de «brotes independentistas» por un supuesto «maltrato sistemático» del Gobierno a las islas («brotes independentistas» de los que la mayoría de la sociedad no tiene noticia y que desde luego no se manifestaron en favor del portavoz de la Generalidad catalana, Francesc Homs, a cuya reciente conferencia en Santa Cruz apenas asistieron una treintena de personas), hubo un capítulo anterior que también dio lugar a salidas de tono de Rivero y su gabinete.
En los incendios de verano de 2012, en los que La Gomera y su parque nacional de Garajonay sufrieron las peores consecuencias, el Ejecutivo autonómico decidió bajar el nivel de alerta en la «isla colombina» pese a que era inminente una ola de calor, un asunto que está judicializado y que, pese a su gravedad, no bastó para que se abriera una comisión de investigación parlamentaria. No tardó el Gobierno del archipiélago en señalar «a Madrid» y su demora en el envío de hidroaviones, los mismos que habían dejado la isla tras la bajada de la alerta, competencia exclusiva del Gobierno regional. «Algunos en la península nos quieren medir por el tamaño», dijo el nacionalista en aquellos días una vez le recordara el ministro Arias Cañete que Canarias no había puesto pega alguna a la distribución de los recursos para combatir incendios forestales.

«El PP está ahogando Canarias»

«El PP está alejando a Canarias de España, un error que están tardando en corregir». Las palabras de Rivero en su blog dominical, gracias al cual cada domingo siembra de titulares muchos de los medios de comunicación locales, invitarían a creer cierta lejanía ideológica del PP. Lo cierto es que Coalición Canaria ha tenido siempre en los populares los escaños necesarios para alcanzar la mayoría parlamentaria en las islas, salvo en esta legislatura. Ahora sus nuevos socios están en el PSOE, lo que ha coincidido incluso con cambios en posturas tradicionales en cuestiones como las del aborto, que antes rechazaban. «El PP está ahogando a Canarias. El plan del PP para España no funciona. Lo saben los ciudadanos, y lo saben especialmente los canarios», insiste Rivero sobre sus eternos compañeros de gobierno.

«80.000 empleos» que no aparecen

Claro que si hay declaraciones de Rivero que sobresalgan por encima del resto son las relativas al empleo. El presidente regional se ha jactado en no pocas ocasiones de que su gobierno vio la crisis con antelación, lo que no ha servido a la comunidad para librarse de seruna de las que tienen la tasa de paro más alta de toda Europa. En este contexto, Rivero prometió en enero de 2010 que en el siguiente año y medio se crearían 80.000 puestos de trabajo. La situación laboral en las islas no solo no mejoró en ese tiempo, sino que empeoró drásticamente.
Pero, por si fuera poco, en enero de 2013 se atrevería a repetir el mismo vaticinio: 80.000 empleos directos y 50.000 más indirectos, promesa también incumplida pero que, con todo, se queda pequeña al recordar que, en 2008, su gobierno, el mismo que vio la crisis con antelación, aún veía «posible» el pleno empleo para el año 2013, el mismo que acaba de cerrar con casi 400.000 parados en Canarias.

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