El deportista palmero Ricardo García Castro ha concluido con éxito este lunes la travesía sobre esquís acuáticos entre Ibiza y Alicante, según se informa en una nota de prensa. “A pesar de las adversidades sufridas a lo largo de estas semanas, no solo por las condiciones meteorológicas, que no permitían realizar la prueba, sino también por los imprevistos de última hora con un barco, Ricardo esta mañana se enfrentó a un nuevo reto: unir el Puerto de San Antonio, en Ibiza, con la playa de Javea, en Alicante”, explican.
En un periodo de tiempo verdaderamente corto, de 2 horas y 52 minutos, y a una velocidad de 19 nudos, recorrió un total de 56 millas náuticas. Partió a las 8.56 horas del Puerto de San Antonio y llegó a Javea a las 11.48 horas. “El éxito ha sido rotundo, no solo por haber superado la prueba, que ya es difícil, sino porque la realizó sin arnés de tiro, solo con la fuerza de sus brazos”, destacan.
Además, recuerdan, “desde su gravísimo accidente de tráfico en el que fue atropellado en 2012, no se había enfrentado a ningún reto, por lo que este ha significado muchísimo para él, porque supone que todo el esfuerzo que ha realizado por recuperarse tiene una recompensa”. Ricardo pretende que esta nueva hazaña “no solo le sirva a él sino a otras muchas personas que han vivido una situación similar, un accidente o una enfermedad que les haya impedido seguir con su vida diaria”. El éxito conseguido por el deportista tijarafero “demuestra, una vez más, que la tenacidad, el deseo y la fuerza por lograr objetivos es más fuerte que los dolores o que cualquier cosa que paralice la vida de una persona”, insisten. “En la vida uno se debe proponer metas, sueños y buscar ese objetivo sin desmoralizarse, sin pensar en lo peor, sino todo lo contrario, puesto que con optimismo se lograra todo lo que se desee”. Este ha sido uno de los objetivos de la prueba. “No solo demostrarse a sí mismo que podía recuperar su vida, sino animar a que muchas otras personas vean que querer es poder”, dicen.
El equipo estaba integrado por dos lanchas: una de arrastre y otra de apoyo, que “le iba suministrando agua, plátanos y frutos secos, imprescindibles para poder obtener energía”, detallan. Además, a bordo de las embarcaciones viajaron dos patrones profesionales junto a los dos que han acompañado siempre a Ricardo en las travesías; la notario de San Antonio, María Dolores Fraile; una enfermera, una coordinadora de seguridad, una fotógrafa y tres miembros más del equipo que “eran los encargados de acercar a Ricardo con un bichero atado a una red todos los alimentos y bebidas, así como de tener todo previsto para hacer frente a cualquier incidente”. Su equipo también se encargó de “recoger los botellines de agua que quedaban vacíos y que Ricardo no lanzaba al mar, puesto que está muy concienciado con el medioambiente”.
En la noche del domingo, Ricardo, según indica la nota de prensa, “no pudo dormir nada debido al estado de nervios en el que se encontraba, puesto que su primera hazaña tras el accidente era demasiado y las imágenes que le venían a la mente le impedían conciliar el sueño”. Esta situación motivó que “por la mañana estuviera sin energía, derrotado, con todo el equipo animándole para que iniciara la prueba”. “Hasta que se puso los esquís y se tiró al agua, ese momento fue como si todo el agotamiento se desvaneciese y Ricardo recobrara la energía”.
Una vez que comenzó la prueba, “cada minuto que pasaba se sentía mejor”. La lancha de apoyo se encargaba de acercarse al deportista y comunicarse con él.
Durante la primera parte de la travesía, explican, Ricardo “va cómodo, pero en el segundo tramo, se mira los pies, que es lo único que ve de su cuerpo, y comprueba que se han puesto negros y que se le duermen las piernas”. “Esto hace que se ponga muy nervioso y que aparezcan dolores, se siente muy mal, empieza a decaer y la lancha de apoyo se acerca y le preguntan qué le pasa; él pide ayuda, que le animen, y desde la lancha de arrastre hasta se disfrazan haciendo todo tipo de pantomimas para que Ricardo se olvide de los dolores, pero la situación alarma a todos”, confiesan. “Consigue pasar las dos horas de travesía, y ya en el último tramo, aunque se siente mal, con la alegría del equipo y el avistamiento de la costa saca fuerzas”. “En sus esquís lleva pegada la foto de sus padres ya fallecidos y de su equipo, lo que le levanta el ánimo y saca fuerzas de no se sabe dónde, pide a la lancha de arrastre que acelere para poder llegar y consigue su propósito”. “Una vez más, no nos defrauda y realiza su objetivo, una nueva hazaña que jamás olvidaremos ninguno de los que hemos vivido este reto”, afirman.
Esta prueba supone, además, “un reto añadido para Ricardo García, ya que hace un año sufrió un aparatoso accidente de motocicleta en EEUU que casi le cuesta la vida; por este motivo, y tras afrontar un duro y doloroso proceso de recuperación en tiempo récord, este bravo deportista palmero quiere dedicarle la travesía a todas aquellas personas que han pasado por circunstancias similares y demostrar así que con voluntad y tesón todos somos capaces de recuperar y alcanzar nuestras ilusiones en la vida”, concluyen.
fuente :http://www.lapalmaahora.com
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