El pasado mes de septiembre, el Ejecutivo de Mariano Rajoyimponía otra vuelta de tuerca en el llamado"copago" sanitario, apuntando hacia uno de los colectivos más vulnerables: el de los enfermos crónicos y graves.
La medida aplicada por el Gobierno central supone que, a partir del 1 de octubre, los pacientes no hospitalizados aquejados por enfermedades como la hepatitis C y diversos tipos de cáncer han tenido que empezar a pagar una parte de los costosos medicamentos que requieren para tratar estas dolencias.
Con la intención de defender ante la opinión pública el nuevo "repago", la ministra de Sanidad, Ana Mato, destacó ante los medios de comunicación que los enfermes afectados solo deberían asumir una "aportación reducida, con un máximo de 4,2 euros por envase".
Este lunes, la consejera de Sanidad del Ejecutivo autonómico, Brígida Mendoza, hacía público que el último copago afecta a un total de 43 medicamentos, en 157 presentaciones diferentes. Entre ellos, se encuentran los destinados a tratar el cáncer de mama, (Afinitor, Tyverb), de riñón (Votrient) o tumores cerebrales (Temodal), entre otros, así como laleucemia, la artritis reumatoide y otras patologías hepáticas.
Según los cálculos realizados por la Consejería de Sanidad, este copago podría afectar en las Islas a unos 4.000 pacientes con patologías graves o muy graves.
Para las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública "aunque la disposición gubernamental establece que se trata de una aportación reducida, hay que tener en cuenta que se trata de enfermos con patologías crónicas que ya consumen otros medicamentos sometidos a copagos y que en muchos casos de trata de personas con ingresos muy reducidos".
"Se trata - denuncian estas organizaciones - de una nueva barrera que dificulta y/o impide el acceso a medicamentos necesarios a los sectores de la población con menores recursos".
Así, diversas encuestas manejadas por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública indican que, antes de la aplicación del último copago para enfermos crónicos y graves, entre un 12,4 y un 16,8% de los pensionistas habían renunciado a retirar medicamentos prescritos por sus médicos por problemas económicos.
Ahora – denuncian – “el nuevo copago provocará otro incremento de la mortalidad".
fuente : http://canarias-semanal.org
autor : Por Ernesto Gutiérrez - Canarias-semanal.org
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