El pulso a tres bandas entre Madrid, Londres y Gibraltar no cede. Y el Gobierno del Peñón que preside Fabian Picardo ha vuelto a tensar la cuerda: si no puede traer por carretera las rocas que necesita para ampliar su territorio, lo hará por vía marítima. Para burlar la prohibición de España al tránsito de camiones por la Verja cargados de arena, piedras y áridos que luego son utilizados para ganar ilegalmente terreno al mar, Picardo está dispuesto a introducir ese material desde las aguas que rodean la colonia británica. ¿Tratará también de impedirlo el Ejecutivo de Mariano Rajoy?
"El Gobierno de Gibraltar ya ha identificado fuentes alternativas de suministros", aseguraron ayer las autoridades del Peñón en un comunicado. "No habrá ningún retraso en los trabajos previstos como consecuencia de las restricciones ilegales impuestas por España", añadía el comunicado. Picardo pretende levantar en la cara este de la Roca un complejo inmobiliario y portuario que ha sido bautizado como Cabo Privilegiado, además de ampliar la playa de Sandy Bay, y para ello necesita abundante arena y material de construcción, que hasta hace una semana llegaban por carretera desde Málaga o Cádiz.
Picardo, sin embargo, no ha detallado cómo piensa burlar la prohibición impuesta por España. Pero el diario Gibraltar Chronicle aseguraba ayer que el material de construcción será importado por vía marítima "desde Marruecos o Portugal". El ministro principal de Gibraltar, que hoy se reunirá en Londres con David Cameron, explicará al primer ministro británico las "acciones ilegales emprendidas por el Gobierno español en la frontera y en el mar", y buscará su apoyo para trasladar sus quejas a la Comisión Europea "si esas restricciones no son levantadas". Pero, con toda probabilidad, pasará por alto el vertido de rocas y arena en aguas españolas.
Gibraltar no tiene aguas territoriales más allá de las que abarca el recinto del puerto, pero la colonia británica, con el asentimiento de Londres, reclama 15 millas náuticas. Los sucesivos Gobiernos españoles, apelando al Tratado de Utrecht, jamás han reconocido al Peñón jurisdicción alguna sobre esas aguas. Sin embargo, la política de hechos consumados aplicada por el Reino Unido le ha llevado a bautizar ese espacio marítimo como British Gibraltar Territorial Waters ('Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar'). Algo similar a lo ocurrido con la ampliación, también ilegal, del aeropuerto de la Roca sobre aguas españolas de la bahía de Algeciras.
Precisamente ayer estuvo en Algeciras (Cádiz) el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien, tras reunirse con los mandos de esa comandancia, aseguró que las inspecciones llevadas a cabo por buzos del instituto armado "no han constatado" que las autoridades gibraltareñas hayan lanzado al mar nuevos bloques de hormigón. "Pero eso no quiere decir", advirtió, "que ese hecho no se haya producido". Fernández de Mesa evitó pronunciarse sobre la propuesta de los pescadores de la bahía de Algeciras: que ellos mismos, con ayuda de los buzos de la Guardia Civil, retiren esos bloques.
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