El verano en España es sinónimo de calor y las altas temperaturas nos obligan a modificar nuestros hábitos alimentarios, e incluso nuestra forma de comprar. Es tiempo de ensaladas, cremas frías, y es recomendable llenar la nevera de alimentos frescos y ligeros para evitar las comidas pesadas.
En una entrevista, el secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Emilio Gallego, asegura que "la gastronomía española está muy marcada por su estacionalidad", que nos obliga a dar un giro a nuestra alimentación.
"Las estaciones son tan fuertes que nuestro clima produce un determinado paisaje, y el paisaje produce alimentos. La huerta en verano está en su máximo apogeo y nos volcamos en ese tipo de productos", añade.
Ensaladas, gazpachos o clásicos del recetario de tapas españolas como la ensaladilla rusa, son "absolutamente recomendables en estas fechas", porque atrás quedan los tiempos en los que había que evitar la mayonesa en los restaurantes.
Eso sí, Gallego advierte de que hay que evitar un potencial peligro: la venta callejera ilegal de alimentos y bebidas.
"Este fenómeno está en total expansión y es un problema que tenemos de seguridad alimentaria, que no beneficia ni a los comercios, ni a los hosteleros ni a los consumidores, y además puede empañar unas vacaciones a los turistas", reitera.
Gallego admite que este fenómeno puede ser producto de la crisis, pero lamenta que pueda perjudicar la imagen del sector hostelero, que "se esfuerza hoy más que nunca por mantener la calidad de sus servicios".
"En estos años de crisis se ha simplificado la oferta y las cartas se han puesto al día, pero los trabajadores del sector valoran mucho más la importancia de tener un cliente satisfecho, y que su experiencia en el establecimiento sea redonda", argumenta.
En este sentido, augura que el sector se reactive en las zonas turísticas este verano, ante la previsión de que 22,4 millones de extranjeros visiten España entre julio y septiembre, un 2,5 % más que en el mismo periodo de 2012, según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Según estos datos, el gasto de los turistas extranjeros se incrementará en un 8 %, hasta los 23.189 millones de euros.
"Tenemos un gran valor en nuestra gastronomía como gancho para el turismo, que va más allá de la cocina. Es nuestro estilo de vida. Las sangrías, los tintos de verano, las cañas frescas, los chiringuitos... Eso es lo que de verdad atrae y lo que engancha a los extranjeros. Y muchos de los que vienen, repiten", concluye Gallego.
fuente : http://www.canarias7.es
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