El Ayuntamiento de Telde está dispuesto a acabar con la triste imagen de estercolero que se ha adueñado de los paseos marítimos del litoral. La culpa de esta situación la tienen los propietarios de una gran cantidad de perros que recorren a diario estos corredores y que no proceden a retirar de la vía pública, con bolsas, servilletas u otros instrumentos, las deposiciones de sus canes. La solución que ha encontrado el consistorio para poner fin a este problema es prohibir, de forma taxativa, el tránsito de estos animales por los mismos.
El gobierno local llevaba tres meses barajando esta opción, que finalmente llevará a cabo en el tramo final del año. Eso sí, el concejal de Servicios Municipales, Fidel Ruiz -que trabaja de forma coordinada en este asunto con los ediles de Protección Animal (Daniel Martín) y Playas (María González Calderín)- tiene claro que antes de llevar a la práctica dicha restricción se acondicionarán en el entorno de la costa al menos tres explanadas para que las mascotas puedan defecar y miccionar sin problemas.
"Serán unas parcelas de entre 100 y 150 metros cuadrados en las que colocaremos una arena especial que será removida de forma puntual y tratada con desinfectante. En sus inmediaciones se habilitarán papeleras, pipican y bancos", matizó el primero de los munícipes. Servicios se encuentra ya estudiando algunos emplazamientos concretos para estos baños. Uno de ellos estará ubicado en las inmediaciones del paseo que conecta La Garita con Hoya Pozuelo, que es el espacio en el que se suelen concentrar la mayor parte de las heces de los perros. "Tenemos que mirar si los solares que cumplen los requisitos son de titularidad pública o privada para después actuar. En cualquier caso, la inversión básica que tendremos que hacer no será muy grande", aclaró.
Los técnicos también están debatiendo sobre la necesidad de modificar la actual ordenanza que sanciona a aquellas personas que no retiran los excrementos que sus perros depositan en la calle. La intención de Telde es emular, en la medida de lo posible, intervenciones acometidas por otros municipios, como es el caso de Agüimes, donde hay un mayor control, o de ofrecer alternativas que contenten a todas las partes.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo, ha decidido permitir el uso de una parte de la playa de Jinámar por parte de los animales domésticos.
FUENTE : http://teldenoticias.com
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