jueves, 27 de junio de 2013

: “¿Por qué no precintan los campos de fútbol que deben millonadas?”








La voz de Sergi Arola no suena tan marchosa como siempre. No está para bromas. Se encuentra “en estado de shock”. Ayer, unos funcionarios de Hacienda precintaron la bodega, la coctelería y la mesa de la cocina de su restaurante madrileño, Arola Gastro. Llevaban una carta de pago de 148.000 euros que debía ser satisfecha. No lo fue, y precinto al canto. La jefa de sala de Gastro, Sara Fort, su mujer y “compañera del proyecto vital y profesional”, con la que abrió el local en 2008 vivió, el asunto estupefacta: “No habían avisado”. Él estaba en Francia, donde es director culinario del Hotel París-Ópera. De allí voló a Portugal, a uno de los restaurantes que asesora, y desde allí conversa con este periódico vía telefónica, rabioso y “desolado”. “No sé qué pensar, ni qué decir, ni qué hacer, se te quitan las ganas de hacer nada”, musita, a la espera de que con sus asesores fiscales y los bancos pueda encontrar una solución a la deuda que le reclaman. “A ver cómo evoluciona la cosa”, dice, con el deseo de que el cierre temporal no sea definitivo. El precinto se ha traducido en más pérdidas: “Tuvimos que cancelar 26 reservas para la noche de ayer, y con este panorama vamos a perder al mes unas 600 reservas. Cada día de cierre vamos a perder una media de entre 6.000 y 7.000 euros”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/06/26/actualidad/1372259740_327986.html


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