Anticorrupción ha tomado la decisión de no acusar ni a la hija del Rey ni a su marido por fraude a la Seguridad Social después de estudiar de forma detallada durante una semana el informe que la Agencia Tributaria ha entrado al juez del caso Nóos, José Castro. En ese atestado se desvela queAizoon, la empresa de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, llegó a tener, al menos, 15 empleados ficticios. Contratos que, según lostécnicos de Hacienda, el matrimonio usó para defraudar a la Seguridad Social durante, al menos, seis ejercicios, desde 2004 a 2009.
Hacienda, tras constatar que al menos la mitad de los 30 empleados de Aizoon jamás trabajó para la firma, concluía que el matrimonio real había hecho "un uso indebido del beneficio fiscal (libertad de amortización) asociado a los incrementos de una plantilla que se ha evidenciado huérfana de relación actividad económica ninguna". Entre esos empleados fantasmas estaban incluidos los trabajadores que fueron contratados en presencia de la propia Cristina de Borbón como servicio doméstico en el palacio de Pedralbes (residencia de los duques) y que además se encargaban del cuidado de sus hijos.
Sin embargo, para la Fiscalía, esas contrataciones no habrían supuesto un delito porque la legislación aplicable en esos años exigía que la cantidad defraudada a la Seguridad Social por ejercicio superara los 120.000 euros y, según los primeros cálculos, la cifra que los duques de Palma habrían dejado de pagar quedaría bastante lejos.
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