Están los partidos
políticos enfrascados en una ardua tarea.
Todos los días los
informativos del país no hacen otra cosa que anunciarnos recortes, ajustes,
desahucios, subidas de impuestos, despidos, crecimiento del paro, caída del PIB
y todo lo malo que se les pueda ocurrir.
Ante esta catarata
diaria de noticias, las formaciones políticas parecen vivir su particular “burbuja”,
alejados de la realidad social y de las necesidades del pueblo al que dicen
representar.
Las instituciones
financieras campan a sus anchas, y mas ahora con un gobierno absolutamente
antisocial.
Pero, porque
siempre hay un “pero”, no conseguimos atisbar una sola medida que
imprima un mínimo, ya no de impulso económico sino de esperanza.
Los políticos
actuales han abdicado de su responsabilidad, al menos hasta 2016, fecha
supuestamente de la recuperación económica.
Y con este
panorama ¿que hacen internamente los partidos políticos? ¿A que se dedican?
Hasta ahora, los
partidos políticos utilizaban la vieja estrategia de “dejarlo correr”
y “esperar a que escampe”, y entre tanto se dedicaban a hacer
proselitismo.
“Proselitismo:
Empeño que se pone en ganar prosélitos para una causa”
Pero, porque
siempre hay un “pero”, llegaron las encuestas de intención de
voto y sonaron las alarmas.
Y esta vez las
alarmas, curiosamente, han surtido efecto. Y precisamente esto es lo más
triste.
El paro, la estafa
de las preferentes, las inversiones megalómanas, la corrupción desbocada y el
sobredimensionamiento de la Administración Pública no han conseguido hacer
mella en el aparato político, pero, y ya saben “siempre hay un pero”
han bastado cuatro encuestas haciendo peligrar sus poltronas para que se
empiece a hablar de grandes pactos y acuerdos. Hasta la Casa Real ha entrado ya
en escena para echarles una manita.
La caída de los grandes
partidos y la desconfianza generada entre la población nos están llevando a una
situación difícilmente previsible.
Javier Ledo
http://desdefuerteventura.es
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